El Grupo Parlamentario Socialista, tras su rechazo inicial, ha promovido una enmienda transaccional dentro de la ley contra el fraude fiscal que incluye una modificación al alza de los tramos del Impuesto de Matriculación, lo que acabará con el incremento tributario que existe desde el 1 de enero. La medida, que va a recibir respaldo mayoritario en el Senado y estaría pendiente de que sea ratificada en el Congreso, estará vigente, no obstante, solo hasta el próximo 31 de diciembre.
El pleno del Senado va a aprobar una enmienda transaccional –la sesión se está celebrando en estos momentos– dentro del proyecto de ley de medidas contra el fraude fiscal que implica un incremento del 20% de los límites de emisiones de los cuatro epígrafes del Impuesto de Matriculación «con efectos hasta el 31 de diciembre de 2021», un cambio que supondrá temporalmente dejar sin efecto la mayor presión fiscal que existe desde el pasado 1 de enero a raíz de la aplicación de los valores de CO2 de la homologación WLTP en la ficha técnica de los vehículos.
La propuesta se trata de una modificación de la redacción de la Disposición adicional quinta de la mencionada legislación, que se incluyó en la tramitación de la normativa en el Congreso a partir de una iniciativa del PDeCAT, que contó con el apoyo del PP, Vox, Esquerra Republicana, Ciudadanos y el Partido Regionalista Cántabro; mientras que el PSOE y Unidas Podemos la rechazaron y el PNV se abstuvo.
Inicialmente, cuando la normativa llegó a la Cámara Alta, los socialistas y sus socios del Grupo Izquierda Confederal registraron sendas enmiendas para suprimir la reconfiguración del tributo al automóvil, que, finalmente, no fueron votadas en la Comisión de Hacienda que se celebró el 17 de junio –tampoco lo fue una de los populares, que pedía que el incremento del 20% de los tramos se mantuviera inalterado en 2021 y 2022–. En dicha sesión, el senador de Més per Mallorca, perteneciente a la segunda formación, Vicenç Vidal Matas, señaló que junto al PSOE estaban trabajando transaccionar sus postulados y que esperaba poder llegar a un acuerdo en el pleno.
A partir de estas negociaciones, que se abrieron al resto de grupos y que no se cerraron hasta hoy tras unos debates intensos, se ha llegado al pacto que se va a validar y que implica una renuncia por parte de los socialistas y de Izquierda Confederal, integrado por Adelante Andalucía, Més per Mallorca, Más Madrid, Compromís, Geroa Bai y Agrupación Socialista Gomera, de su intención inicial de dejar sin efecto el cambio en el Impuesto de Matriculación que se había introducido en el proyecto de ley contra el fraude fiscal. Hasta la fecha, la postura del Ejecutivo era de fuerte rechazo, como lo demuestran las declaraciones que hizo la vicepresidenta cuarta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, que calificó la modificación de «regalo demagógico» cuando se sacó adelante en la Cámara Baja el 25 de mayo.
La reformulación impositiva, que pondrá fin al mayor pago que tienen que hacer frente los consumidores en la compra de coches desde enero –según los cálculos de Anfac, la subida afecta al 48,4% del mercado–, no se hará efectiva hasta que la legislación contra la elusión fiscal que se va a ratificar hoy en el Senado sea refrendada de manera definitiva en el Congreso, algo que ya es un mero trámite, de modo que el sector de automoción ya tiene garantizada esta medida que venía defendiendo desde finales de 2020.
Los nuevos epígrafes del Impuesto de Matriculación
A raíz de la enmienda transaccional que se va a aprobar, el primer tramo del tributo, que actualmente se refiere a los vehículos con emisiones iguales o inferiores a 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido –los cuales están exentos del pago–, pasará a incluir a aquellos que tengan niveles no superiores a 144 g, es decir, un 20% más.
El segundo, en el que se abona un 4,75%, se repercutirá sobre los coches que emitan más de 144 g y menos de 192 g, frente a los límites de 120 y 160 de ahora; el tercero (9,75%), sobre los que registren valores no inferiores a 192 g y menores de 240 g (en la actualidad 160 y 200); y el cuarto (14,75%), sobre los que tengan 240 g o más (ahora, 200).
Con los nuevos parámetros establecidos que se aplicarían, desde su entrada en vigor, hasta el 31 de diciembre, el Gobierno se ha avenido a dar un respiro de unos meses a la automoción, que sigue sufriendo el impacto de la pandemia en el mercado. La fijación del plazo aprobado no es casual, debido a que el Ejecutivo tiene previsto llevar a cabo la reforma integral de la fiscalidad del motor en el primer trimestre de 2022, tal y como estableció en el plan de recuperación remitido a la Comisión Europea. Sin embargo, el lapso hasta finales de ejercicio podría quedarse corto y que el sector vuelva a enfrentarse a una mayor presión fiscal a comienzos del próximo año, teniendo en cuenta que, entonces, podría no estar lista la reconfiguración de los impuestos de Matriculación y Circulación.
Fuente: latribunadeautomoción.com